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Título : TEILHARD DE CHARDIN Aspectos fundamentales de su obra Autor : Eustaquio Guerrero
© Julio Guerrero Carrasco STVDIVM, ediciones Impreso en España |
PRESENTACIÓN
El espectacular interés despertado por la obra de Teilhard de Chardin en los tres lustros transcurridos desde su fallecimiento, se debe ante todo a la actualidad e importancia de los problemas que trata de resolver y a la persuasión, sinceridad, compromiso personal, optimismo con que, bien o mal, los resuelve. Problemas sustanciales de la realidad, sentido y coronamiento de la Evolución y, por tanto, del Universo. Problemas filosóficos y teológicos de moral, especialmente sexual, de ascética, de apologética, de sociología, de Cristología…; y, ambientándolos todos, el de la participación del cristiano en la construcción de este mundo y de sus relaciones en tal tarea con los demás hombres, sin distinción de sexos, de razas ni de religiones; de forma que sea un cristiano cien por cien y, al mismo tiempo, un promotor, comprometido como el que más, de los valores terrestres.
Pero es indudable que además han influido otras causas, como la enorme propaganda en su favor, realizada por el Patronato creado para la edición y divulgación de sus escritos, el prestigio e indiscutible autoridad de algunos de sus más favorables críticos, su constante tono de polémica, franca rebeldía contra doctrinas y usos tradicionales, incluso dentro de la Iglesia, su fama de perseguido injustamente por las supremas autoridades romanas y por su propia familia religiosa, su entusiasta presentación del esfuerzo humano para promover el progreso en las zonas profanas de la existencia temporal como suprema norma de moral y aun como ejercicio religioso.
Si Teilhard, en tan importantes temas, nada de mérito hubiera dejado escrito, sería inexplicable que su obra se haya escrutado atenta y casi religiosamente por espíritus de primer orden, y que se haya publicado ya, en nuestro tiempo, una verdadera e inmensa biblioteca de obras consagradas a su persona y escritos.
Por otra parte, la realidad y constante aumento de una crítica adversa que, cuanto va siendo más documentada, seria e imparcial, mayor prestigio va adquiriendo aún ante los más ilustres y benévolos estudiosos de Teilhard, tampoco podría explicarse sin auténticos fallos del discutido autor, y, en concreto, sin las ambigüedades y errores que en 1962 le reprochaba el Santo Oficio. Este libro, elaborado con anhelo de objetividad y sobre la base de un serio estudio, así de sus obras hasta hoy publicadas, como de las de sus más acreditados críticos y comentadores, pretendo exponer fielmente y valorar justamente el pensamiento de Teilhard en sus aspectos fundamentales, a fin de suministrar a los lectores un conocimiento verdadero de sus ideas básicas, méritos y deméritos, y la necesaria orientación para no dejarse afectar demasiado ni por los fanáticos adoradores que lo aclaman como a un Santo Tomás, un San Agustín de los tiempos del Vaticano II, ni por los excesivamente apasionados adversarios que sólo ven en él un sembrador de herejías, un corruptor del pueblo de Dios y un maquinador, apóstata inmanente, de la ruina de la Iglesia de Cristo.
CONTENIDO
LECCION 1.a
ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LA OBRA DE TEILHARD DE Chardin … … … … 15
Actualidad de Teilhard de Chardin y razones que la explican—Necesidad de algunas orientaciones para facilitar el conocimiento de Teilhard de Chardin.—Ambiente familiar y formación de Teilhard de Chardin.—Su dedicación a la ciencia y sus preocupaciones apostólicas.—Sus cualidades humanas.—Dificultades presentes para valorar su obra escrita,—Crisis de armonía entre su fe y su visión del mundo—Aspecto científico y aspecto filosófico-religioso de su pensamiento.—EL Monitum del Santo Oficio a propósito de las obras de Teilhard de Chardin, del 30 de junio de 1962. Su importancia y su contenido doctrinal y pastoral.—Errores que ciertos críticos atribuyen a Teilhard de Chardin.—Resistencia de los Superiores de la Compañía de Jesús a la publicación de los escritos filosóficos y religiosos de Teilhard de Chardin.—Resonancias psicológicas de los escritos de Teilhard de Chardin como explicación de su espectacular éxito.—La evolución teilhardiana ante la Iglesia—La ortodoxia de Teilhard de Chardin.—La belleza de muchas de sus páginas.—Alerta a la originalidad de Teilhard de Chardin.—Es hora ya de estudiarlo imparcialmente.
LECCION 2.a
EL IDEAL Y LA OBRA ESCRITA DE TEILHARD DE CHARDIN … … … …… … … …… … … … 35
El ideal, descrito por el mismo Teilhard de Chardin en carta al Padre General.—La obra de Teilhard de Chardin: su contenido científico y su contenido filosófico-religioso—Requisitos para lograr un conocimiento objetivo y una valoración exacta.—La evolución teilhardiana: universal, espiritual y convergente.—Método empleado por Teilhard de Chardin y reparos que se le oponen.—Teilhard de Chardin como filósofo y teólogo.
LECCION 3.a
LA APOLOGÉTICA DE TEILHARD DE CHARDIN … … … …… … … …… … … …… … … … 55
Su preocupación de hacer la fe cristiana accesible a los hombres de hoy.—Aspecto psicológico y aspecto lógico de toda sana apologética.—El sistema apologético tradicional—Cómo lo infravaloró Teilhard de Ohardin.—Sistema apologético de Teilhard de Chardin: Exposición y valoración.—Conclusión.
LECCION 4.a
PENSAMIENTO ASCÉTICO DE TEILHARD DE CHARDIN … … … …… … … …… … … …… 77
Bases de la doctrina ascética de Teilhard de Chardin: la realidad de la evolución y la armonía entre el amor a Dios y el amor al mundo, al Dios de arriba y al Dios de adelante—Afirmaciones mayores de Teilhard de Chardin: 1.a Hay que cooperar al plan divino de la evolución con el esfuerzo humano, y no sólo con la buena intención. 2.a Hay que cooperar a la edificación del Cuerpo de Cristo (Cuerpo Místico) con el progreso o promoción de los valores terrestres.—¿Qué es el Cuerpo Místico?—Examen de ambas afirmaciones, haya o no haya evolución—Hasta qué punto puede colaborar todo progreso a la edificación del Cuerpo de Cristo—Ambivalencia del progreso, en el orden meramente natural—Función decisoria de la libertad humana.—Características del progreso según el espíritu cristiano.—La Cruz de Cristo en la ascética de Teilhard de Chardin.—El esfuerzo humano, fundamental en la ascética de Teilhard de Chardin, ¿puede ser algo diferente del esfuerzo siempre exigido por la ley divina en el cumplimiento de los deberes profesionales y vocacionales de cada uno?—¿Dónde, pues, su originalidad? Sólo en su acentuación de la inmersión del hombre en la promoción del progreso terrestre y en el consiguiente peligro de activismo naturalista—La ascética teilhardiana necesita acentuar más la contemplación y la abnegación, como la de San Pablo y la de San Ignacio de Loyola.
LECCION 5.a
LA PROMOCIÓN DE LOS VALORES TERRESTRES DE LA NOOSFERA … … … … … 99
La legítima actitud cristiana ante el mundo.—¿Qué es el mundo?—¿En qué sentido es bueno y en qué sentido es malo?—¿En qué sentido es digno de amor y en qué sentido es digno de reprobación?—¿Cómo y por qué se interesa la Iglesia por el mundo?—Problemas que plantea ese interés de la Iglesia por el mundo, sobre todo desde los días del Concilio Vaticano II.—Explicaciones del Papa Paulo VI acerca de este tan importante asunto.—Delimitación precisa del campo de acción de la Iglesia y de cada cristiano en el trabajo por realizar su misión.—Apreciación del pensamiento de Teilhard de Chardin a la luz de la doctrina que aquí se acaba de exponer.
LECCION 6.a
EL TRATO DEL HOMBRE CON LA MUJER COMO FACTOR INDISPENSABLE DE MADUREZ … … 115
Concepto de madurez.—Trato acostumbrado hoy del hombre y de la mujer.—Ese trato no es, en general, insuficiente para lograr la debida madurez.—Según Teilhard de Chardin, ha de ser tal que tienda a la creciente espiritualización de las relaciones entre los dos sexos.—Reproches de Teilhard de Chardin contra la disciplina tradicional católica en materia de castidad.—Confesiones de Teilhard en Le feminin et l’unitif : sentido de esas confesiones.—Inconsistencia de las normas teilhardianas, opuestas a las tradicionales, sobre el contacto de los sexos.—La tercera vía de Teilhard como sistema o método educativo aplicable a todos los estados y edades en orden a conseguir la plena madurez.—Influjo de esa tercera vía en la presente y creciente erotización del ambiente social y de la decreciente moral, privada y pública, de la castidad.—Ingenuidades y utopías de Teilhard de Chardin.
LECCION 7.a
IDEAS BÁSICAS, MÉRITOS Y DEFICIENCIAS EN LA OBRA DE TEILHARD DE CHARDIN … … 135
El pensamiento de Teilhard de Chardin sintetizado en tres categorías : sus convicciones fundamentales, sus benemerencias ante la cultura cristiana, sus deficiencias.—Convicciones e ideas básicas: unas, pertinentes a la estructura y dinamismo de la evolución; otras, a la escatología o coronamiento de esa misma evolución; otras, en fin, a la moral y a la ascética, como normas de vida cristiana—Méritos: a) Haber logrado una viva conciencia psicológica y moral de muchos de los aspectos del pensamiento de su generación, y haberlos expresado en forma adecuada para solicitar la atención y la preocupación de sus lectores. b) Haber ofrecido una entusiasta profesión de espiritualismo y de escatología cristiana como exigencia, en algún modo real, de la misma ciencia de la evolución, c) Haber proclamado el aspecto sagrado del universo como obra de Dios y ordenada a Dios, y haber contribuido con sus ardientes páginas, en ciertos medios, a la vigencia vital, y no puramente teórica, de ese principio. d) Haber contribuido a crear en muchos, aun no católicos y ni siquiera cristianos, un ambiente de esperanza en este mundo de tensiones, de terrores y de angustia. e) Haber fomentado un sentimiento de convivencia humana y de creciente perfección de las relaciones sociales, parte por necesidad, parte por exigencia del avance evolutivo. f) Haber sentido y proclamado con especial convicción, aunque no siempre con fórmulas felices, la necesidad de presentar a este mundo la verdad cristiana, en forma más acomodada a la psicología actual y haber influido por su ideología y la de sus amigos en ese aspecto, en algunas expresiones del mismo Concilio Vaticano II.—Deficiencias: a) Ambigüedades y errores diversos, b) Fe absoluta, no justificada con razones de peso, en el éxito de una evolución que depende, según Teilhard de Chardin, de la libertad humana, a lo menos, en parte. c) Descuido en señalar la necesidad de una intervención divina especial en ciertas fases del proceso evolutivo, por razones de pedagogía y de pastoral cristiana. d) Cierto abuso del hecho de la evolución, no suficientemente probada, para derivar de ella normas diversas de orden religioso, moral y ascético. e) Propensión a afirmarse en su parecer, sin pruebas eficaces, hasta el desprecio de venerables tradiciones y de la autoridad de maestros indiscutibles de la fe y de la teología; a generalizar desviaciones muy concretas de algunos particulares, y a tergiversar o expresar sin exactitud la ve.r1 dadera doctrina de la Iglesia. f) Fomento, inconsciente quizá, del naturalismo con su exaltación de la Tierra y del esfuerzo humano, con su mística de la promoción de los valores terrestres, con su relevancia del Cristo glorioso sobre el paciente, con la esfumación de la línea divisoria entre lo sobrenatural y lo natural. g) Excesos en la aplicación y explicación del principio: que la verdad cristiana ha de acomodarse al hombre moderno. h) Falta de método riguroso en la demostración de sus concepciones ya científicas, ya filosóficas, teológicas y religiosas.