Joaquín González Álvarez

En su teoría evolutiva el teólogo y científico jesuita Pierre Teilhard de Chardin, expone su fundamental tesis del proceso natural y espiritual, a partir del inicio de todo lo existente, en el que lo material y terrestre evolucionan en el tiempo en un complejo desarrollo en el cual se alternan y complementan procesos de orden y desorden, los que la ciencia moderna explica como variaciones en el monto de entropía y energía. Como producto de esa complejidad surgirán como propiedades emergentes la conciencia y la consciencia del hombre de sí mismo.

Escribe Teilhard en La Visión del Pasado: “Tal y como yo lo veo, la complejidad es una heterogeneidad organizada, y por consiguiente centrada”. Y en El Corazón de la Materia, aclara: “en virtud del encuentro de lo Cósmico, de lo Humano y de lo Crístico, se revela un nuevo dominio: lo Céntrico”.

Así se manifestará el ideal de divinidad que sustentan las religiones, una divinidad que se hace diáfana a través de cada partícula de la materia viva y mineral terrestre. A estas partículas Hubert Reeves las concibe como letras de un alfabeto que procesos físicos e informáticos irán conformando la naturaleza y el pensamiento, lo material y lo espiritual.

Para comprender los procesos evolutivos y el papel que desempeña la entropía en los mismos, pasamos a presentar los siguientes conceptos:

Una de las múltiples definiciones de entropía es la que la presenta como una medida del desorden la cual aparece en la importante segunda ley de la termodinámica expresando que los sistemas no sometidos a acciones exteriores tienden espontáneamente al aumento de la entropía, esto es, tienden a desordenarse.

Teilhard de Chardin

Pierre Theilhard de Chardin
(Imagen de Wikipedia)

La entropía S está relacionada con la entalpía H y la energía libre G mediante una igualdad que será clave en todo los razonamientos que emplearemos:

ΔG = ΔHTΔS (1)

Una reacción será exergónica si ΔG < 0 y endoergónica si ΔG > 0

Es evidente por la fórmula (1) y por las anteriores desigualdades que en las reacciones exergónicas la entropía, el desorden, la ruptura de cadenas carbonadas en componentes más simples, son propiciadas por ese tipo de reacciones en las cuales como vemos en la fórmula, se libera energía G que activará otras reacciones que la necesitan. En procesos biológicos vitales como la digestión, las reacciones metabólicas desempeñan un papel fundamental en las dos fases de las mismas, 1) catabolismo, una reacción exergónica y 2) anabolismo, reacción endoergónica.

En el catabolismo se realiza el importante proceso de la glicolisis en la cual la glucosa se descompone al oxidarse con la respiración mediante ADP+P produciéndose el importante ATP que es un trifosfato, por fosforilización del ADP que es un difosfato. Al ser una descomposición de la glucosa, un desorden, aumenta S en la fórmula disminuyendo la G, esto es se desprende energía que propiciará reacciones endoergónicas anabólicas o sea con disminución de entropía que conlleve ordenamiento o síntesis.

Un ejemplo emblemático de proceso endoergónico, esto es, de ordenamiento o disminución de entropía que no es espontáneo sino que necesita energía para imponer el orden como bien sabemos en otros aspectos de la existencia, un ejemplo reitero, es la síntesis de las proteínas, un compuesto enzimático catalizador de vitales procesos biológicos. Estos procesos indispensables para la vida que parecen contradecir la segunda ley de la termodinámica, tienen que estar conjugados con procesos exergónicos que como la función del ATP en la glicólisis cedan la energía propiciando un aumento de entropía que sumado algebraicamente con el monto de disminución preserve el aumento neto de entropía que la segunda ley postula.

Las proteínas son una síntesis de aminoácidos enlazados en cadenas por los procesos antes descritos. Como ya adelantamos su papel es de suma importancia en los procesos vitales por sus funciones de catalizador enzimático de dichos eventos biológicos.

Hemos presentado primero el tratamiento de nuestro tema utilizando ejemplos biológicos, pero los procesos exergónicos y endoergónicos están presentes en todo desarrollo evolutivo tanto de la materia viva como de la mineral terrestre, procesos que se producen entre las partículas elementales, electrones, protones, etc.

En lo expuesto hasta ahora se ha evidenciado la importancia del concepto de entropía como medida de la falta de orden en su aspecto termodinámico, pero es el caso que la teoría de la información ha extrapolado la falta de orden a la falta de información, o sea el desorden, a la desinformación.

Con un ejemplo presentamos la entropía como medida de la desinformación, esto es como medida de la información que nos falta para encontrar la que buscamos. Vamos a suponer que tenemos un cuadrado dividido en 16 partes iguales y alguien sin que lo veamos dibuja una bolita en uno de los cuadrados y nos invita a que sin mirar trate pidiendo información, localizar la bolita. Un procedimiento más rápido puede ser solicitar antes de pedir información que quien pregunta divida mediante una línea horizontal el cuadrado en dos mitades, la de arriba y la de abajo y con una vertical divida en la de la derecha y la de la izquierda y entonces empieza a preguntar para obtener información. Arriba o abajo. Respuesta: arriba, Derecha o izquierda, respuesta: derecha. Ahora solicita que mediante una horizontal y una vertical divida la parte derecha de arriba en cuatro partes iguales y sigue pidiendo información. Y las respuestas son abajo e izquierda entonces habrá localizado la bolita con 4 respuestas o con 4 bits como se dice en teoría de la información. Mucho trabajo, mucha necesidad de energía, pero con la fórmula matemática de Hartley:

S = log2 P  (2)

Donde es S entropía en bits midiendo la información que falta y P el número de posibilidades, con esta fórmula, reiteramos, podemos encontrar el resultado del ejemplo anterior fácilmente con menos necesidad de energía, en el que P era 16 lo cual sustituido en la fórmula de Hartley equivale a encontrar a que exponente hay que elevar a 2 para que dé 16 lo que nos confirma que es 4.

Más arriba advertimos la necesidad de energía para disminuir la desinformación o lo que es lo mismo para disminuir la entropía, lo cual se nos ocurre que tal proceso puede considerarse como endoergónico si razonamos apoyándonos en la fórmula (1). De modo que si se produjera desinformación, aumento de entropía, estaríamos ante un proceso exergónico cuyo producto de energía G serviría para propiciar a su vez un proceso endoergónico. Es así que podría concebirse la evolución biológica, espiritual y cultural como un complejo proceso información-desinformación de acuerdo a las propuestas evolutivas de Pierre Teilhard de Chardin y de Hubert Reeves, proceso de un sistema complejo del cual surgirá la conciencia y la consciencia del hombre de sí mismo como propiedades emergentes. Según Teilhard de Chardin todo convergerá en un punto de conciencia universal de perfeccionamiento espiritual y de manifestación del ideal de divinidad, al cual llama punto Omega.

Hemos presentado en lo esencial el fundamental papel que desempeña la entropía en un amplio espectro de facetas materiales y espirituales de lo que llamamos realidad, así como hemos destacado el significado de la segunda ley de la termodinámica a la cual muchos consideran la más importante del conocimiento humano.

Nota. Agradezco al prestigioso Teólogo y Paleontólogo Dr. Leandro Sequeiros su valioso aporte a la realización del presente trabajo. El Dr. Sequeiros es coeditor de la revista electrónica Tendencias 21 de las Religiones de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.

Joaquín GONZÁLEZ ÁLVAREZ
j.gonzalez.a@hotmail.com