Queridos amigos, 

Nos complace enviarles nuestro boletín mensual, que les recordará nuestra invitación a celebras el centenario de La Misa sobre el Mundo. Todavía no podemos darles muchos detalles sobre el viaje que organizamos en Estados Unidos en colaboración con The American Teilhard Association – ATA, pero les pedimos que retengan las fechas del 16 al 22 de octubre del 2023. 

Con la ilusión de ver muchos de ustedes en dicha celebración en memoria del Padre Teilhard de Chardin, les enviamos nuestros mejores saludos, 

Marie-Anne Roger, Dominique Delalande, Philippe Durandin, Jacqueline Quéniart. 

 

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Edición especial

Octubre de 2022

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Retenez la date !
Save the date!
Retenga la fecha!

Durante la semana 42, del 16 al 22 de octubre de 2023, celebraremos en los Estados Unidos la escritura de Pierre Teilhard de Chardin de La Misa sobre el Mundo hace un siglo.

Esta semana se dividirá entre la visita a Nueva York tras las huellas de Teilhard y la estancia en Poughkeepsie, localidad del Estado de Nueva York donde el padre Teilhard fue enterrado tras su muerte el domingo de Pascua de 1955. En Poughkeepsie, tendremos una celebración en su tumba y escucharemos una serie de charlas que se transmitirán por streaming.

Para ayudarnos a imaginar el ambiente en el que el Padre Teilhard compuso su Misa sobre el Mundo, le invitamos a leer algunos extractos de sus cartas que encontrará a continuación.

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Algunas cartas escritas en 1923 por el padre Teilhard de Chardin
en el desierto de Ordos

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Cartas de Pierre Teilhard de Chardin a Marguerite Teillard-Chambon
Hoa-ma-tcheu, 26 de julio de 1923
…Todo va bien, física y moralmente. Esta estancia en Mongolia me sirve, al igual que la guerra, de “retiro”, al ponerme de nuevo frente y dentro de la grandeza única de Dios…

A orillas del Chara-Ousso-Gol, 14 de agosto de 1923
Les escribo esta vez desde las orillas del Chara-Ousso, el principal objetivo de mi viaje. El Chara-Ousso es un pequeño y curioso río sinuoso, que fluye a 80 metros de profundidad en un cañón que se ha labrado, en medio de una llanura de estepas y dunas. Estamos acampados en el fondo del cañón, en un antiguo meandro, y cerca de una “casa” mongola excavada en un pequeño promontorio desprendido de los acantilados (una auténtica fortaleza). – El mongol es un amigo, y su numerosa familia nos ayuda en nuestras búsquedas, mientras sus cabras nos dan leche. Vivimos entre caballos, milanos, grullas (casi tan familiares como en un jardín). Es bastante bucólico…

Sao-Kiao-Pan (Ordos SE), 26 de agosto de 1923
… Creo que me gustaría mucho el mosaico de Montmartre, tal y como me lo representa; sí, un Cristo muy grande, al fin – llenándolo todo, verdaderamente hombre como nosotros, pero verdaderamente Todo, también, como el Mundo. [Siempre estoy elaborando poco a poco, un poco mejor, en la oración, mi “masa de cosas”. Me parece que, en cierto sentido, la verdadera sustancia que hay que consagrar diariamente es el aumento del Mundo en ese día, -el pan simboliza bastante bien lo que la Creación consigue producir- y el vino (la sangre) lo que parece perder en el agotamiento y el sufrimiento, en su esfuerzo. -…

Tien-Tsin, 24 de octubre de 1923
… Para “respirar”, voy a empezar a escribir la segunda edición de mi “Misa sobre el Mundo”. – Si supieras lo limitada y estrecha que me parece la tierra material… En realidad, sólo me interesa el Universo por venir, es decir, el mundo de las ideas vivas y la vida “mística”. – Así que a menudo anhelo encontrar gente con la que hablar y escuchar sobre todas estas cosas. – Ya ves que sigo necesitando tus cartas, tanto en Tien-Tsin como en Mongolia.

Una carta de Pierre Teilhard de Chardin a Léontine Zanta

A orillas del Chara-Ousso-Gol (Ordos oriental), 7 de agosto de 1923
… Con menos tiempo libre que durante la guerra, y menos frescura también, quizás, (durante la guerra, fue el florecimiento de las ideas para mí, – la luna de miel intelectual), me he encontrado, durante los dos últimos meses, en un aislamiento similar, en presencia de tan vastas realidades. Y estas dos condiciones son eminentemente favorables para meditar en el gran Todo. Ahora, en las grandes soledades de Mongolia, veo lo mismo que antes, en el “frente”: sólo se realiza una operación en el Mundo, que es la única que puede legitimar nuestra acción: la liberación de alguna Realidad espiritual, mediante el esfuerzo de la vida. Cuando ando a lomos de una mula durante días y días, repito, como antes -a falta de otra misa-, la “misa sobre el Mundo”, que tú conoces, y creo que la digo con más lucidez y convicción que antes. Como le decía a Marguerite, tengo la impresión, no ya de estar en la parte delantera de un barco, sino en la parte trasera, inclinado sobre la estela (veo la huella de lo que ha pasado): y esto sigue siendo una forma de percibir el movimiento del mundo…